Este extraordinario centro de exposiciones, diseñado por Zaha Hadid y emplazado en una ciudad industrial como lo es Wolfsburg (ALEMANIA), alberga el Centro Científico Phaeno. Esta edificación deconstructivista habla por si misma y se expresa como sí de un escenario de ciencia ficción se tratase. Con sus pilotis y sus muros de hormigón visto, evoca la arquitectura brutalista de la cual algunos de sus más grandes exponentes fueron Oscar Niemeyer y Le Corbusier.
Se trata de un volumen achaparrado, alargado y pesado. Una arquitectura que responde a la normativa del lugar, en el cual la altura no es un factor predominante, algo muy propio de las ciudades europeas que utilizan como modelo urbanístico “la ciudad compacta“.
Al carecer de un elemento espigado que sirva de faro o punto de atracción que invite al transeúnte a dirigir sus ojos hacia este volumen, se compensa con un espacio abierto a manera de plaza de antesala que crea un espacio cívico abierto y libre de obstáculos visuales con la intensión de captar la atención a su singular geometría, apoyada con una inusual trama en sus fachadas.
Hay algo evidente en la arquitectura de Zaha Hadid… “el uso de la diagonal”, en este caso utilizada en su envolvente mediante una reticula que de manera aleatoria aloja pequeños vanos trapezoidales, buscando la ligereza visual a un volumen tan pesado. También en el uso de las transparencias, en este caso la diagonal se representa en los tímidos ventanales mediante triángulos alargados que aportan un poco de luz natural al interior y durante la noche se iluminan con luces de leds.
En planimetría la diagonal parte de un ángulo recto que es el elemento articulador que lanza las líneas de composición para ajustarse a la geometría del solar, formado un trapecio perceptible a ojo de pájaro, pero no a ojo de ratón.
Al tratarse de un edificio de indole cultural y con un diseño audaz buscando crear espacios de exhibición atractivos pero a su vez complejos, Phaeno sirvió como pretexto experimental para la creación de espacios sensoriales.
Phaeno es un edificio de tres espacios: público, semi-público y privado…
Las curvas o líneas ondulantes, elementos que definen el estilo arquitectónico de Zaha Hadid, están tímidamente representadas en los espacios interiores.
Es un exoesqueleto autoportante de hormigón armado, soportado por pilotis diagonales de sección cónica… prácticamente hay dos materiales dominantes: hormigón armado y metal, pero también se utiliza aunque mínimamente el vidrio.
El uso del hormigón bruto como elemento de la envolvente, con el color propio del cemento, sin pintura y afectado por la intemperie dejándole manchas de suciedad, más la pesadez de su volumen, hacen que Phaeno sea un edificio frío un tanto agresivo a primera vista, pero que busca la alegría visual mediante el uso de luces de colores en sus fachadas y en sus vanos, haciendo de Phaeno un espectáculo visual nocturno.
El metal se ve representado en su cubierta y perceptible solamente desde el interior, con un entramado de vigas metálicas, conductos de ventilación, tuberías de instalaciones, ausencia de cielo raso y todo al descubierto para ser fácilmente visible, tal concepto constructivo aportan un grado de tecnicismo propio del High-Tech.
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